Munich (München)


Y desgraciadamente llega nuestra última etapa en una magestuosa ciudad capital de Baviera que bien podría serlo también, a judgar por lo visto, de toda Alemania. Una ciudad monumental mucho mas cuidada, en todos los sentidos que Berlín aunque acosada también por las obras. Es quizá "normal" que veamos tantas obras en un país como Alemania donde suele haber rigurosos inviernos ya que lógicamente aprovechan el buen tiempo para hacerlas. Por otra parte, este verano, en el que el calor ha castigado a toda Europa y con la previsión de que vaya a mas debido al cambio climático... Hemos observado muchas cosas aquí que se hacen muy "a la española" y que normalmente suelen ser objeto de mofa de estos países, según informa nuestra prensa. 

Viviendo en Galicia donde el fuego acaba cada verano con gran parte de la maleza en nuestros bosques no cuidados, hemos visto en Alemania bosques soberbios pero creo que poco preparados para prolongadas etapas de calor como la que hemos pasado. Ni los bosques, ni las ciudades. En los alojamientos, hemos echado de menos los aires acondicionados y en muchas ocasiones las cortinas para tapar la luz. Hemos también visto un país en apariencia muy permisivo con muchas cosas como el poder fumar en ciertos locales, incluso laxo en el cumplimiento de ciertas normas que ellos mismos se autoimponen en el metro o en los parques, ... como siempre nuestras ideas preconcebidas sobre los alemanes dependen de lo que nos venden en nuestros lares.

Pero al margen de consideraciones personales sobre otros aspectos de Alemania. München impresiona por su magnífica arquitectura, por sus importantes museos, por su cara amable y festiva,... Munich es una gran guinda para el pastel de nuestro viaje. Recién llegados y una vez devuelto el coche en la estación de tren, nos adentramos en la ciudad por la semicircular Karlsplatz, atravesamos la Karlstor y recorremos la Neuhauser Str. plagada de grandes comercios, pianistas y otras formaciones instrumentales de alto nivel, iglesias y mucha mucha gente.

iglesia de San Miguel
Son casi las 12 del medio día y llegamos a la Marienplatz desde donde nos apabulla la imagen neogótica del nuevo Ayuntamiento y el mogollón de gente que se ha reunido para ver el mayor carrillón de Alemania con 43 campanas y 23 figuras de cobre que realizan un torneo y una danza.












Tras unos casi diez minutos y con dolor en nuestras cervicales nos dirigimos a la Viktualienmarkt, un fantástico mercado al aire libre donde se rinde culto a la cerveza y donde se pueden comprar fantásticas delicatesens que llevar al apartamento y eso es lo que hemos hecho...





Los días siguientes los dedicamos por entero a conocer esta fantástica ciudad.


El Ángel de la Paz de bronce y oro.




El museo Nacional Bávaro




Los intrepidos surfistas urbanos de la ola de un canal del rio Isar en el estremo sur del jardín de los ingleses.




El Maximilianeum.


Tantas cosas por visitar: Magníficos palacios y residencias reales, iglesias barrocas, calles monumentales, y otros monumentos...

























Tras tanta maravilla hemos repuesto fuerzas degustando alimenticias cervezas wiesbeer en no menos maravillosas y centenarias cervecerías. 






Y nos han maravillado también los museos que hemos visitado como la increible colección de pintura de la Alte Pinakothek, la interesante e inovadora pinakotek der Moderne o la magnífica colección de cuadros romanticos de la Sammlung Schack.






Y sin mas que decir que agradecer a los compañeros de viaje y a los lectores de este blog la paciencia que tienen conmigo y desear que tanto unos como otros podamos disfrutar de mas viajes que como este alimentan nuestro espiritu, nuestra inteligencia y especialmente este, también nuestro cuerpo.